martes, 28 de mayo de 2013

Ensayo critico de una critica arquitectónica.


Artículo publicado por la revista MI MOLESKINE ARQUITECTONICO
http://moleskinearquitectonico.blogspot.mx/2010/04/wright-museo-guggenheim-nueva-york.html

Wright: Museo Guggenheim, Nueva York

“El gran acto final de Wright, el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York es un regalo de pura arquitectura -o más bien de escultura. Es una helicoide espacial continua, una rampa circular que se expande mientras se enrolla vertiginosamente en torno a un pozo de espacio sin obstrucción, coronado por una cúpula plana acristalada. Una construcción sin costuras, el edificio evocado por Wright como “la onda continua”… Spiro Kostoff

El Museo Solomon R. Guggenheim en Nueva York es sin duda uno de los más celebrados y a la vez más polémicos edificios de la arquitectura moderna. Es, junto a la Casa de la Cascada, la obra más famosa del maestro norteamericano Frank Lloyd Wright, quien recibió el encargo del museo a sus 76 años. Las formas curvas de la propuesta contrastan dramáticamente con el resto de la fábrica urbana neoyorquina, siendo a la vez un ente provocador e innovador. En su interior se encuentran algunas de las más importantes del arte moderno, incluyendo a figuras como Vasily Kandisnky, Paul Klee, Pablo Picasso y Piet Mondrian.
Emplazamiento
A pesar de que se discutieron varias posibles ubicaciones, el edificio se encuentra en la 5ta Avenida, entre las calles 88 y 89, frente a un extenso estanque en el Parque Central de Nueva York.
De hecho, Wright no gustaba de esta ciudad, pero le complació que su obra se ubicara frente al mayor espacio verde neoyorquino. Al caminar por la 5ta avenida el edificio se nos presenta con sus formas curvas como un elemento extraño, ajeno a esta trama de cajas dispuestas en la retícula de la gran manzana. Pero esta originalidad en su forma le da un carácter de monumento o escultura metropolitana.
El proyecto
El museo, tal cual se inauguró en 1959.
“Ingresando al espíritu de su interior, descubrirás la mejor atmósfera posible en la cual mostrar bellas pinturas o escuchar música. Es esta atmósfera la que me parece más ausente en nuestras galerías de arte, museos, salones de música y teatros.” Frank Lloyd Wright.
La idea motora de Wright era generar una espiral ininterrumpida que permita una contemplación continua de las obras de arte. En algo me hace recordar el concepto de “museo de crecimiento ilimitado” que propuso Le Corbusier para su Museo de Arte Occidental en Tokio; sin embargo, y a diferencia de la espiral corbuseriana (básicamente desarrollada en un nivel), Wright propone una rampa que va ascendiendo tridimensionalmente, en un ángulo de 3°, en torno a un espacio central iluminado por una cúpula de cristal. De esta forma los visitantes podían usar el ascensor hasta el último nivel e ir descendiendo cómodamente mediante la rampa, incluso aquellos que requiriesen silla de ruedas.
Para el teórico italiano Bruno Zevi "el espacio de Wright reduce la generatriz, colocándose a sí mismo, no sólo en términos geométricos si no en aquellos inmediatamente plásticos, pensando en la forma como en algo que crece y que, conforme lo hace, el espacio se convierte en su fuerza viviente, su construcción en una dimensión".

Planta baja.
No le falta razón a Zevi, la espiral al interior del museo no sólo moldea el espacio sino que conduce el movimiento como un torbellino que asciende al cielo.
Durante mi visita se había instalado este gran espejo en el espacio central. A veces no se podía distinguir el reflejo de la realidad.
Exteriormente el volumen principal está compuesto por una cinta continua de concreto que envuelve esta rampa y que se inclina hacia afuera, fracturando de este modo la masividad de este volumen que forma una especie de un cono truncado invertido. Complementariamente se ubica otro cilindro menor ubicado en la otra esquina, y ambos volúmenes se engarzan mediante una gran losa horizontal, un puente que sirve de marquesina al conjunto. Wright había mostrado predilección por estos volúmenes horizontales casi flotantes, incluso desde obras tan tempranas como la Casa Robie en Chicago.
Un detalle interesante que a menudo no se aprecia en las fotos. El museo está hundido respecto al nivel de la calle, y separado mediante una jardinera. Esto permite dar mayor contundencia a la volumetría, como si hubiera germinado y crecido desde el fondo de la tierra. Las referencias a la naturaleza, comunes en la obra de Wright, hicieron que su arquitectura se denominara "orgánica".
Pero no solamente las paredes exteriores se inclinan hacia afuera, sino que el parapeto de 1 m de la rampa interior se inclina hacia adentro. Es más, la rampa, que desarrolla 6 vueltas, va acercándose hacia el centro conforme va ascendiendo en altura, lo que resulta que los niveles superiores sean mucho más anchos que los inferiores. Esto además, acrecienta el efecto de perspectiva al interior, de manera de que el espacio parece más alto de lo que en realidad es. Se trata pues de un espacio cónico dentro de un cono invertido.
La cúpula enfatiza la centralidad del diseño mediante unas vigas radiales que nacen de la pared, a manera de arquitrabes en forma de arco que convergen hacia el centro de la composición.

Construcción
El diseño sui géneris del museo supuso el desarrollo de nuevas tecnologías constructivas, que serían utilizadas luego en varios edificios posteriores.
Se utilizaron tres tipos de concreto: concreto reforzado con “Lelite” aligerado para la superestructura, concreto aligerado para las rampas y los pisos y concreto con piedras fue usado para las paredes interiores.
Para el desarrollo de la forma curva se requirió un encofrado de madera y metal especial, sobre el que se espació el concreto.
Las losas llegaban a una luz de 30 metros y en algunos casos presentaban voladizos de hasta 8 metros. La rampa principal se ancla a una viga de 30 cm. de espesor y vuela 4.4 m hacia el espacio principal.
Ampliación
En 1992 se llevó a cabo una ampliación del museo, que estuvo a cargo de Gwathmey Siegel & Associates. Este es un encargo que cualquier arquitecto en el mundo habría soñado (o temido) tener, el saltar a la palestra ampliando una famosa obra. Siegel resistió la tentación de buscar recargar más la forma escultura del museo y añadió un bloque adusto, un paralelepípedo casi ciego con pequeñas ranuras a manera de ventanas, que contiene 4700 m2 más de área de exhibiciones y 1400 m2 de área de oficinas, lo que permite que el edificio de Wright se dedique exclusivamente a las galerías. El contacto con el edificio antiguo se hace a través de una pared acristalada.

Crítica
Es indudable la influencia de este museo en posteriores obras de grandes arquitectos al rededor del mundo, desde el Museo High en Atlanta de Richard Meier al Kyoto Concert Hall de Arata Isozaki.
Sin embargo, y a pesar de su enorme éxito entre el público, el edificio no fue exento de críticas. “[El museo] ha sido aclamado como una obra de arte, atacado como una atrocidad, llamado el mejor museo de todos los tiempos y denunciado como si no fuera museo en absoluto” decía la crítica E. Huckstable.
El Guggenheim el día de su inauguración, el 21 de octubre de 1959.
Pero además de su forma, muchos de los reclamos se centran en la función: la luz natural al interior es generosa, pero no para las obras de arte, que tienen que ser iluminadas artificialmente. La pendiente de 3° de la rampa dificulta la apreciación de las obras dispuestas horizontalmente, al igual que la pared inclinada al exterior y curva complica la instalación de las obras de arte.
Al llegar, uno se queda cautivado por el impresionante espacio helicoidal. El mobiliario ad-hoc diseñado por Wright muchas veces pasa desapercibido.
Una de las principales críticas que se han hecho al museo es que su forma escultural opaca las obras de arte que contiene, distrayendo al absorto visitante en la magnificencia del edificio en vez de favorecer la contemplación de las obras, al fin y al cabo la razón y fin del museo. Pero esta no sería una característica exclusiva de Wright en su museo Guggenheim de Nueva York. Algunas décadas después Frank O. Gehry haría lo propio en el museo Guggenheim de Bilbao.

Critica a la crítica
En este ensayo se abordara el tema de la crítica hacia la crítica de un artículo publicado sobre el museo Guggenheim de Bilbao construido por Frank Lloyd Wright, se abordaran los temas de influencia social, técnica constructiva, emplazamiento y el proyecto en general.
Para comenzar a abordar la crítica a la crítica se debe dejar en claro lo que la crítica al museo maneja y es el de hablar de la técnica constructiva del museo, así como la influencia que tuvo: primero que nada la critica trata los puntos de influencia social sobre otros museos y la influencia que tuvo sobre los usuarios que al parecer no fue del todo buena; otro tema que toca es el de la iluminación en el museo, que a pesar de ser generosa para los usuarios no lo es para las obras de arte que requieren de iluminación artificial para su apreciación; otro aspecto que abordan en la crítica es el de la inclinación de las rampas y muros que dificulta al igual que la luz la apreciación de las obras de arte y por último la forma escultural del museo opaca las obras de arte que finalmente son la razón de ser del museo.
Esta crítica no es nada profundizada en los componentes del museo, es claro que se cuenta con mucho más material con el que se puede abordar la crítica al museo de Guggenheim, menciona algunos aspectos que son rescatables pero poco analizados, como la técnica constructiva donde solo hace énfasis en los errores del luz y rampas y se olvida de mencionar los materiales, estructura, acabados, texturas colores, formas; que hacen del Guggenheim de Nueva york algo más que una escultura exterior. Su estructura no es tanto una crítica ya que carece de profundidad en los temas que maneja, al igual que el artículo solo menciona algunos temas sin analizar a fondo.En este ensayo se abordara el tema de la crítica hacia la crítica de un artículo publicado sobre el museo Guggenheim de Bilbao construido por Frank Lloyd Wright, se abordaran los temas de influencia social, técnica constructiva, emplazamiento y el proyecto en general.
Para comenzar a abordar la crítica a la crítica se debe dejar en claro lo que la crítica al museo maneja y es el de hablar de la técnica constructiva del museo, así como la influencia que tuvo: primero que nada la critica trata los puntos de influencia social sobre otros museos y la influencia que tuvo sobre los usuarios que al parecer no fue del todo buena; otro tema que toca es el de la iluminación en el museo, que a pesar de ser generosa para los usuarios no lo es para las obras de arte que requieren de iluminación artificial para su apreciación; otro aspecto que abordan en la crítica es el de la inclinación de las rampas y muros que dificulta al igual que la luz la apreciación de las obras de arte y por último la forma escultural del museo opaca las obras de arte que finalmente son la razón de ser del museo.
Esta crítica no es nada profundizada en los componentes del museo, es claro que se cuenta con mucho más material con el que se puede abordar la crítica al museo de Guggenheim, menciona algunos aspectos que son rescatables pero poco analizados, como la técnica constructiva donde solo hace énfasis en los errores del luz y rampas y se olvida de mencionar los materiales, estructura, acabados, texturas colores, formas; que hacen del Guggenheim de Nueva york algo más que una escultura exterior. Su estructura no es tanto una crítica ya que carece de profundidad en los temas que maneja, al igual que el artículo solo menciona algunos temas sin analizar a fondo.
Un aspecto importante que hizo falta mencionar es el emplazamiento, donde el artículo no menciona la orientación, las vistas y ejes compositivos. El articulo también menciona un apartado que habla del proyecto, que es más acertado que el resto de los puntos al mencionar la idea generadora del museo utilizada por Wright, relación de los espacios, componentes formales, vanos, rampas, ente otras cosas. Finalmente la construcción y ampliación donde se habla de materiales, texturas colores y tipos de concreto utilizados
Concluyendo el tema hizo falta profundidad en la crítica del articulo y no quedarse solo en descripción o comentarios de las fallas del museo sino hablar de lo que lo enriquece, procurando ser lo más imparcial posible.

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