El
Museo Guggenheim Bilbao es obra del arquitecto estadounidense Frank Gehry y
representa la arquitectura vanguardista del siglo XX. Con 24.000 m2 de
superficie, de los que 11.000 están destinados a espacio de exposición. En
conjunto, el diseño crea una estructura escultórica integrada al entorno urbano
de Bilbao y su entorno. Es una composición
caótica, integra formas de sus proyectos anteriores. El edificio está compuesto
de una serie de volúmenes interconectados, unos de forma ortogonal recubiertos
de piedra caliza, y otros curvados y retorcidos, cubiertos por una piel
metálica de titanio.
La
plaza y la entrada principal del Museo se encuentran conectado la calle
Iparragirre. Una vez en la plaza, el visitante accede al Vestíbulo descendiendo
una amplia escalinata que resuelve diferencia de altura entre la ría del
Nervión, en cuya ribera se sitúa el Museo, y el nivel de la ciudad, haciendo posible
una gran estructura que, sin embargo, no rebasa la altura de las construcciones
de los alrededores. La parte más alta del edificio hay un gran lucernario en
forma de flor metálica que cubre el Atrio.
En
el vestíbulo que distribuye, el visitante accede al Atrio. Se trata de un gran
espacio transparente de volúmenes curvos que conectan el interior y el exterior
del edificio mediante grandes muros cortina de vidrio y un gran lucernario
cenital. Los tres niveles del Museo se organizan en torno a este Atrio central
y se conectan mediante pasarelas curvilíneas, ascensores de titanio y cristal,
y torres de escaleras. El Atrio, que también funciona como espacio expositivo,
sirve como eje que ordena las 20 galerías que alberga el Museo, algunas de
aspecto más clásico y líneas ortogonales y otras de volumetrías más orgánicas e
irregulares.
Además
del espacio dedicado a la exhibición artística y un edificio anexo de oficinas
y administración, el Museo cuenta con una sala de orientación al visitante
llamada Zero Espazioa, un Auditorio de 300 butacas, una Tienda-Librería,
cafetería, un restaurante tipo Bistró y un restaurante gastronómico con una
estrella Michelin.
La
construcción del Museo Guggenheim Bilbao tuvo lugar entre octubre de 1993 y
octubre de 1997 y el emplazamiento elegido, en una curva de un antiguo muelle
de uso portuario e industrial, supuso la recuperación de la ría del Nervión
para la ciudad y su reurbanización para la cultura y el ocio.
El
acabado de las cerca de 33.000 finísimas planchas de titanio consigue un efecto
rugoso y orgánico, al que se suman los cambios de tonalidad del material según
la atmósfera reinante. Los otros dos materiales empleados en el edificio,
piedra caliza y vidrio, armonizan logrando un diseño arquitectónico de gran
impacto visual, hoy día convertido en verdadero icono de la ciudad en todo el
mundo.
Autoevaluación
Al ver esta película
es donde nos damos cuenta del lenguaje que comprende o de lo que nos transmite
el museo Guggengeim de Bilbao, no de forma total ya que no vivimos el espacio
directamente pero si nos da una idea de lo que transmite, aunque platicado pero
puedes apreciar por las imágenes que se trata de una arquitectura del
movimiento actual por la forma de las ventanas que corresponden a una función en
especial con formas y tamaños variados; las formas geométricas que la componen
ya no son con ángulos rectos, sino son curvas de volúmenes distorsionados que
hablan de la tecnología presente de la que se dispuso junto con los materiales y
colores, todo esto provoca percepciones atrevidas que a mi parecer compiten bastante
con las obras de arte.
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